Drama policiaco en dos actos
Robert Thómas es considerado uno de los grandes “padres” del suspense. Con gran maestría atrapa al espectador en una trama densa, sin revelar ninguna pieza de su puzzle, da los datos suficientes para ir descubriendo toda la verdad que encierran sus obras, consiguiendo un clímax difícilmente superable. Sus piezas son “una bomba de relojería, con una maquinaria casi perfecta”.
Esta obra consiguió el premio “Tony”, el más prestigioso concedido por la crítica Neoyorquina.